En la República Dominicana la ganadería constituye una actividad importante, ya que contribuye a la generación de empleos, aporta significativamente a la seguridad alimentaria de la población y representa el principal medio de vida de pequeños y medianos productores y productoras en diversas zonas rurales distribuidas a nivel nacional.
El crecimiento poblacional global plantea un desafío para el futuro a corto y mediano plazo del sector ganadero, estimulado por una demanda creciente de productos de origen pecuario, lo que podría traducirse en una mayor presión sobre los recursos naturales. A este escenario se suman los efectos del cambio climático, reflejados en incrementos de temperaturas, incremento de los eventos extremos como sequía, inundaciones y huracanes, los cuales impactan directamente sobre la producción agropecuaria y la seguridad alimentaria.
Según el Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC), las principales causas del cambio climático se atribuyen a la actividad humana, reflejado en el incremento considerable de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), tales como CO2, Metano, Óxido Nitroso, entre otros. En este sentido, el IPCC reportó en 2014 que las emisiones de GEI por actividad se distribuyen en: energía 35%, agropecuaria, foresta y otros usos de suelo (AFOLU) 24%, industria 21%, transporte 14% y construcción 6%. El sector ganadero como parte de AFOLU contribuye a nivel global con la emisión de 14.5% de GEI, de acuerdo a un estudio realizado por la FAO en el año 2013.
Ante este panorama nace el concepto de Ganadería Climáticamente Inteligente (GCI), que tiene como objetivo promover la implementación de buenas prácticas que contribuyan a producir más alimentos para una población creciente, conservando los recursos naturales y sin aumentar las emisiones de gases de efecto invernadero.
Dicho concepto se fundamenta en 3 pilares:
1) Incremento de productividad y mejora de los ingresos de la finca
2) Fortalecimiento de la capacidad de adaptación al Cambio Climático y
3) Reducción de las emisiones de Gases Efecto Invernadero (GEI)
Experiencias promovidas por FAO en América Latina implementando el enfoque de GCI, han reportado a nivel de fincas ganaderas bovinas incrementos de productividad de 18%, reducción de emisiones de GEI de 20% y mejora de la capacidad de adaptación de 7%. Estos resultados evidencian el potencial que tiene la ganadería para contribuir a la adaptación y mitigación al cambio climático.